Junto con la extracción de combustible de madera, los bosques de roble a menudo también se manejan para otras actividades que ocurren en el tiempo y el espacio con la producción de carbón, incluida la ganadería, la caza y la recolección de productos forestales no leñosos, especialmente plantas medicinales y alimentos silvestre.
Poco se sabe sobre los efectos de estas actividades adicionales sobre la diversidad y la regeneración de los bosques de robles. En las tierras altas del oeste de México, la combinación de actividades humanas y las interacciones entre ellas han dado forma a los paisajes ecológicos y culturales actuales. Comprender su efecto combinado en la regeneración del roble y las interrelaciones entre ellos puede ayudar a identificar si las actividades en curso son compatibles o están en conflicto entre sí y cómo las prácticas de manejo y las decisiones de uso de la tierra afectan la integridad general del ecosistema.